EL TIEMPO en CAJATAMBO

domingo, 23 de noviembre de 2014

EXITOSO HOMENAJE EN HUACHO A BLADIMIRO REYES BARBOZA


Publicar un libro, un periódico, una revista, un poemario,constituye sin lugar a dudas una labor sacrificada desde varios puntos de vista. Pero leer un libro, tiene sus propias complicaciones, se hace mucho más difícil en un mundo en que la lectura pareciera reemplazarse con la mirada, los gestos y las imágenes quietas y en movimiento, antes que la palabra escrita y narrada.

Publicar un libro está en la misma relación que leer un libro. Publicar un libro es desnudarse ante un público y leer es mirar el desnudo del autor; por qué digo esto, porque para quienes hemos tenido la suerte o el atrevimiento de publicar un libro tenemos nuestras propias complicaciones psicológicas desde el momento de la idea, la redacción  y la imprenta, es como esperar el nacimiento de un hijo o hija, estoy seguro que don Bladimiro Reyes Barboza ha tenido también esas vivencias y vibró como los placeres de Eusebio y Lorenzo  al publicar su novela “El Boquerón de la viuda”.  Sabemos que estaba preparando su segunda novela cuando  detuvo su respiración y partió muy lejos del Boquerón.

Pero, hoy estamos reunidos para homenajear a quien en vida fue un maestro, periodista y escritor cajatambino de nacimiento, pero huachano de vida. Ser cajatambino -quitándonos las negatividades- es en lo relevante ser un progresista y que es ser progresista, es avanzar en forma de espiral ya sea en los estudios, en los negocios, en el trabajo en todas las actividades pero siempre haciendo algo, nunca echados.

Ahora, ser un huachano es ser hospitalario, amable, respetuoso y sobre todo creativo, “amante de la paz y la pluma”; en ese sentido no hay mejor homenaje a un escritor sino es comentando su obra.

Al inicio de la novela no avancé tan rápido pero llegado a la página 39 fue atrapado no por el Boqueròn sino la narrativa del escritor, es una novela de varios personales separados en dos grupos como dice el prologista Rolando Vaccari Ortiz.  De un lado Jacinta, Eusebio, el padre Arroniz y Relámpago y de otro lado: Lorenzo, Cachalote y el brujo Yancunta, pero es que eso es la vida, tristeza y alegría, vida, muerte Dios  y el diablo. Eusebio y Lorenzo; me preguntaba mientras leía la novela si en este caso se trataba de una autobiografía y si fuera así cuál de los personajes es Bladimiro, tal vez Eusebio un hombre sencillo, respetuoso, mesurado, o tal vez Lorenzo un hombre egoísta, quien no tiene rivales porque acaba con ellos, envidioso o tal vez el padre Arroniz, un consejero espiritual que ayudó a Jacinta en los momentos más tristes y desmotivados. Esos momentos que requerimos no solo un abrazo, más que eso una palabra de aliento o tal vez Yancunta.

La novela termina con algo trágico, la muerte de Jacinta. Pero, ¿qué decidió para que  ella saliera apresurada de la casa, se colocara el vestido negro y subiera sin pausa el cerro del Boquerón y se lanzara mientras Relámpago trataba a mordiscones sujetarla del traje lo que no logró y también cayó  al Boquerón? con Jacinta fueron las palabras hirientes de Lorenzo;  y ¿cómo entonces una sola palabra puede  producir acciones como la de Jacinta?...

El evento se llevó con éxito, estuvieron presentes don Narciso Robles Atachagua, Víctor Rivera Arias, Cesar Reyes Villanueva, Ulises Requejo Armas. Además el poeta Julio Solórzano Murga y desde Venezuela se hizo presente Aristóteles Requejo Armas con el siguiente poema:



AMOR HUACHANO
Por Aristóteles Requejo Armas
Desde Venezuela.

Casi caigo al Boquerón…
Descalzo y sin frontera
con sed, entre tanta agua.
Casi caigo al Boquerón…

Dulce canto de sirenas
embrujo de bellas huachanas
legendarios campiñeros de “Yancunta”.
Casi caigo al Boquerón…

Ferrocarriles de incansables viajes
ondulantes buques en la playa
empedradas entre calles polvorientas.
Casi caigo al Boquerón…

Lúgubres noches de penumbra
quejidos de aparecidos entre sombras
reflejos de candiles, velas y lamparines.
Casi caigo al Boquerón…

Breve rumor de acequias
suave brisa en las salinas
dulce susurro en el viento.
Casi caigo al Boquerón…

Casi caigo al Boquerón
allí donde piratas y tesoros
sirenas y viudas
…me robaron el corazón…

Allí donde el alma y el canto
donde la nostalgia y el tiempo
donde la brisa y el aliento
encontráronle sentido, al viento…

Es allí corazón…
sobre el cerro Boquerón
donde el murmullo de tu amor
me rompió el corazón…


Agradecemos a toso los asistentes. Está pendiente la publicación del poema alusivo al evento de  Narciso Roble Atachagua y el acróstico de Víctor Rivera Arias.
Ulises Requejo y Narciso Robles

Bibliografía cajatambina


Poeta y escritos Julio Solórzano






Poeta y escritos Victor Rivera Arias





César Reyes Villanueva


César Cuellar Reyes


Presentación musical





Mercedes Sipan Vda. de Reyes

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