"EL TRABAJADOR CAJATAMBINO"

Por Ulises Requejo Armas

El uno de mayo de cada año se celebra el Día Internacional del Trabajo. En muchos países como en el Perú se realizan grandes manifestaciones de organizaciones laborales y de trabajadores independientes, en los que se declaman encendidos discursos cuyo tema principal es la situación laboral de los trabajadores, que desde luego no son los mejores.

En Cajatambo, diríamos que es un día cualquiera; sin embargo nuestros abuelos cuentan que cuando un arador cajatambino quiso trabajar un uno de mayo, los toros dijeron “hoy no, mañana sí”, desde luego que se trata de un cuento, que nos permite comentar y resaltar especialmente al arador cajatambino, quien desde muy temprano alista su arado y recoge los bueyes para iniciar la jornada y cuando los toros no responden recibe los hijones que obligan a los animales a cumplir el “charcuy”, es decir la tarea encomendada que va de un extremo al otro de la chacra.

Se ha dicho que el trabajador cajatambino ya no es como antes y que el alcoholismo y la coca le han convertido en una persona no trabajadora, no podemos negar esta realidad, pero en este primero de mayo debemos recordar a nuestros padres y abuelos que fueron ejemplos de trabajo, quienes salían al campo a las 4 de la madrugada y con su chicha de jora que era su valor culminaban la jornada de campo.

Tres fuertes abrazos -tres taglapadas como dice doña Nancy Garcia- al trabajador peruano y cajatambino, al trabajador de todas partes del Perú en este día del Día Internacional del trabajo que se celebró este uno de mayo.